prensartigre
Iquitos, ¿Sodoma o Gomorra? ¿Cuánto nos cuesta el desorden y las obras para todos?
No es la ira de Dios, pero nuestra
ciudad está cada vez más castigada
Este no es un relato bíblico, es más bien una recopilación de preguntas
derivadas de hechos que están hundiendo a nuestra ciudad en una grave
crisis. Primero se trató de la obra del alcantarillado, no preguntaremos si
estuvo bien o mal hecha, eso está respondido hace tiempo. Nosotros
vamos a preguntarnos cuánto perdió la ciudad por distintas causas, la
primera: cuanto más tiempo tuvo que estar el ciudadano de a pie en un
transporte propio o de servicio público, cuánta gasolina más gastó y
cuánto tiempo perdió. Otra pregunta, cuánto más, gases invernadero se
emitieron y se lanzaron a la atmosfera, cómo nos va a afectar esto y
cuánto va a costar a los servicios de salud, públicos o particulares, quién lo
va a pagar.
Con las pistas cerradas, ¿cuánto perdieron lo negocios que vieron
afectado el ingreso a sus locales?, ¿siguen atendiendo? O simplemente el
factor externo que no controlaron los desapareció del mercado.
Loreto e Iquitos principalmente es una ciudad de comercio por excelencia,
aquí no hay ninguna industria, eso se ha dicho y todo el mundo lo sabe, sin
embargo, las decisiones se toman sin tener en cuenta, cuál va a ser el
impacto económico de la ejecución de las obras, y estás se suceden una
tras otra, afectando a la población principalmente, no solo con la
incomodidad de no poder desplazarse por la ciudad, sino con los costos y
sobrecostos que deben asumir porque las obras son amores y porque lo
necesitamos todos.
En estos días por ejemplo, ir de un lado al otro de la ciudad es muy difícil,
las calles están cerradas y un motociclista debe buscar las que están
abiertas y se han declarado de doble vía, todo esto por su cuenta y riesgo,
pues la presencia policial en los lugares mencionados, es insuficiente.
Gasta más gasolina, cuyo precio es idéntico y en algunos casos superior a
los de la capital, pese a que Lima está a muchos kilómetros de Iquitos y el
transporte encarece el hidrocarburo.
Como última mención y pregunta, el Iquiteño, en las últimas semanas
pasa más tiempo en la pista, las horas punta son por decir lo menos
insufribles, sin policías en las calles, a veces con lluvia que moja, porque
no todos tienen carro; y a veces con un sol que te parte en dos. A todos
nos cuesta y deberíamos pedir eficiencia y orden.